La gestión de las derrotas
El sábado es mi día preferido de la semana. El sábado rompe con la rutina y da paso a lo extraordinario. Dame un sábado soleado y un buen partido de mi equipo y te cambio el mundo.
Borja Herranz y Álvaro Velasco son los dos jóvenes técnicos del Alevín A de la EDM.
Borja Herranz y Álvaro Velasco son los dos jóvenes técnicos del Alevín A de la EDM.
Si pudiera elegir, todos los sábados ganaríamos y jugaríamos bien. Pero no puedo. A veces no ganamos y ni siquiera jugamos bien. Y ahí está la gracia de este juego, supongo. Porque el fútbol, y más cuando se trata de chicos de once años, no deja de ser eso, un juego.
Al final, en el fútbol y en la vida es imposible no ser resultadista. En mis charlas de vestuario procuro evitar todo aquello que tenga que ver con resultados, puntos y clasificaciones. Y, sin embargo, algo tan frío, tan vacío, como un marcador condiciona mi estado de ánimo durante toda la semana. En el mejor de los casos refuerza mi trabajo y consolida mis ideas. En el peor, me hace dudar y me produce una enorme inseguridad.
Este sábado no hizo sol, perdimos y jugamos tirando a mal. Menudo bajón, pensaréis. Pues no. O sí, pero no tanto. Me gusta mucho ganar. Muchísimo. Nunca me cansaré de competir. Pero hay algo de atractivo en la derrota. La derrota educa y tiene un valor didáctico incalculable. Al principio te golpea y te deprime pero, bien interpretada, instruye, dignifica y te da la posibilidad de mejorar, de corregir errores y de superarte.
Me encanta competir con mi equipo cada sábado. Y me encanta ganar, pero también me encanta perder si conseguimos extraer una enseñanza positiva. No creo que pueda entrenar a un equipo mejor.
Ya vendrán días soleados.
Borja Herranz | Entrenador del Alevín A y periodista
