El VI Campus de Verano avanza a buen ritmo
La segunda semana del VI Campus de Verano de fútbol de la Escuela Municipal San Blas progresa a buen ritmo con 35 alumnos inscritos, desde chupetines a infantiles. El programa está dirigido por el director deportivo de juveniles, José Luis Pérez González, que trabaja sobre los fundamentos técnicos y tácticos, compaginando con juegos de mesa.
El verano está siendo más caluroso de lo habitual, casi africano, por eso al fútbol se juega a primera hora de la mañana con la fresca. Al mando de los monitores dos jugadores y entrenadores de la EDM, David González y Miguel Guevara, ayudados por Pablo del Toro, Miguel Sánchez y Daniel Sanz, todos de la casa.
Los alumnos van vestidos con la camiseta técnica, que este año es de color verde oliva de la firma deportiva Rasán y el pantalón negro, también tocados con la imprescindible gorra azul de la Escuela para protegerse del sol de justicia.
Los monitores tienen claro su trabajo. Primero control orientado, conducción del balón, tiros individuales (con puntería), golpeo de cabeza, regates, y sesión técnica, a veces táctica. Se destacan los aspectos defensivos: marcajes, coberturas, permutas, repliegues, pressing; además los aspectos ofensivos: ataque, contragolpe, apoyos, ayudas permanentes, ritmo, intensidad y progresión en el juego, siempre destacando el pase, la finta o el relevo.
Después los partidillos o mundialitos, donde los chicos se entregan al máximo. “Cada día te sorprenden con algo nuevo, son inquietos y aman el fútbol, lo llevan en las venas. A veces hay que corregirles, pero es normal”, aseguran.
Piscinas y comida saludable
Llega la hora de la piscina para mitigar el fuerte calor, con dos piletas redondas ubicadas en la zona de calentamiento. “Los chicos se dividen por edades para el baño, les encanta el agua y después el solarium. De vez en cuando sacamos las mangueras y los aspersores del campo grande, todos bajo la ducha, para refrescarse”, dice Paco Ramírez, director de la instalación.
La comida saludable es fundamental y se hace hincapié en este aspecto. Todos los días los niños disfrutan de su correspondiente pieza de fruta, zumos o batidos y antes de marcharse, ya en la tarde, un sándwich mixto.
En la comida los dos turnos de alumnos hambrientos devoran el arroz con huevos y tomate preparados por expertas cocineras, como en tu propia casa. Los menús semanales inciden en comidas preparadas para los deportistas, con pastas, arroces, verduras, pollo, escalopes, filetes, ensaladas, pescados y siempre con fruta y helados.
En la hora de la siesta el tenis de mesa gana por goleada, sin olvidar el futbolín. Mientras, los más pequeños dan una cabezadita, hasta las 17 horas. “No están por la labor de estudiar teoría o táctica, la mayoría son muy pequeños y ya tendrán tiempo”, concluyen los técnicos de la EDM.
El Campus de Verano sigue muy vivo. Como siempre se preparan un par de salidas del recinto deportivo para finales de mes. Mientras tanto los chicos disfrutan de su deporte favorito, haciendo amigos y aprendiendo los conceptos básicos del fútbol.